¡Qué bien huele la madera quemada, la leña, en la chimenea!
Aquí me véis: haciendo los deberes junto al fuego, en una casa-refugio de montaña que hay en los Pirineos y que es de nuestro amigo Jesús Vallés.
Ese fin de semana hizo mucho frío fuera. Fue una noche de muchos sueños. Soñé con unas cosas que son de la tele.
Y después de hacer los deberes calentito, me abrigué y me fui de excursión por el valle de Acumuer, por los prados, las bordas... y al río Aurín, a buscar pepitas de oro.